En el año 1025 Guido D'Arezzo gran teórico musical italiano y monje benedictino encargado de la formación de los coristas en la Catedral de Arezzo Italia, desarrolló un sistema de lineas para escribir la música, y reconoció los tonos musicales por medio de su instrumento llamado hexacordo (seis cuerdas) él tambien observó un Himno a San Juan (que siempre se entonaba antes de iniciar, para poder preservar la voz), que la primera silaba de cada verso empezaba un grado de la escala más alto. El Himno decia en latín:
- UT QUAENT LAXIS
- RESONARE FIBRIS
- MIRA GESTORUM
- FAMULI TUORUM
- SOLVE POLUTI
- LABI REATUM SANCTE LOANIS
La traducción dice: " A fin de que puedan resonar en los corazones relajados tus maravillosos hechos, absuelve el error del labio indigno de tu siervo, oh San Juan".
Guido D'Arezzo decidió poner el nombre a cada sonido utilizando precisamente la primera silaba del Himno a San Juan de la siguiente forma:
- UT QUAENT LAXIS
- RESONARE FIBRIS
- MIRA GESTORUM
- FAMULI TUORUM
- SOLVE POLUTI
- LABI REATUM SANCTE LOANIS
UT en español se convirtió en DO. El resultado fue la sucesión Do, Re, Mi, Fa, Sol, La., el Si fue agregado posteriormente con la evolución de la escala diatónica.